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“La Argentina es una cuna de emprendedores”

Carolina Dams, la nueva decana del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, asegura que las inversiones que atraen los nuevos proyectos en la región están en un nivel “histórico” y lo atribuye a las aceleradoras de negocios. El interés por las criptomonedas y cómo cambió la educación ejecutiva a partir de la pandemia.
Publicado Monday 4 de April de 2022

Carolina Dams es la primera mujer en ejercer el rol de decano del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral. “Hace diez años cuando llegué para cursar mi doctorado no imaginé que me quedaría trabajando acá. Fui decana de la Facultad de Ciencias Empresariales y di clases de algunas materias. Dos años atrás me incorporé al equipo de dirección y hoy me toca ocupar este lugar, que me plantea desafíos muy interesantes en cuanto a la educación ejecutiva”, confiesa en el diálogo con Fortuna.

“Yo había hecho mi MBA en la London Business School y acá descubrí una escuela de negocios al nivel de cualquier otra de Estados Unidos o de los países europeos. Un lugar que no sólo forma ejecutivos con las capacidades que se necesitan para dirigir, sino también en valores y con lo específico de las demandas locales y regionales. En las escuelas de negocios de afuera muchas veces faltan para nosotros esas cosas que nos hacen distintos. La Argentina y Latinoamérica tienen sus particularidades, por lo que encontrar una escuela de negocios de rango internacional pero anclada en el país es algo único”, se entusiasma.

Sobre los cambios en la enseñanza que trajo aparejada la crisis sanitaria, las nuevas habilidades que se demanden de los hombres y mujeres de negocios, y el boom del financiamiento en la región, conversó en estos términos.

"El empresario es alguien que genera empleo, que aporta un montón de cosas, y a menudo aparece envuelto en un manto de dudas."

Fortuna: ¿Qué huellas dejó la pandemia en el sistema de enseñanza?
Dams: Primero nos expuso a una reorganización forzada que resultó un desafío enorme. Como a muchas otras industrias, la crisis sanitaria nos afectó muchísimo. Teníamos muchos programas corriendo y de un día para otro los alumnos se mudaron al Zoom, y no sólo tenían que tomar las clases desde sus casas sino que ahí mismo estaban trabajando y estaban rodeados de sus parejas, de sus hijos. Fue muchísima la incertidumbre que vivimos, y a la vez, desde lo organizacional, fue un momento de mucho crecimiento. En 2019, el IAE ya había firmado un convenio con Emeritus para lanzar su primera maestría online, de manera que sin saberlo nos estábamos preparando para lo que vino después. Naturalmente, nos dimos varios golpes, pero siento que pudimos potenciar nuestra oferta de programas resignificando la presencialidad.

Fortuna: ¿A qué se refiere?
Dams: Hoy, estar presente en un trabajo no es porque sí, porque así debe ser, sino que para trasladarme a la oficina tiene que haber una razón, un por qué. Lo mismo pasa con la educación. De manera que se resignifica la presencialidad en el campus y se potencia la oferta online para poder dar soluciones híbridas o ciento por ciento presenciales o a distancia.
Debemos capitalizar la experiencia vivida para generar propuestas mucho más flexibles, que combinen las distintas modalidades.

Fortuna: En este nuevo esquema, ¿Cómo se transmiten los valores de una universidad?
Dams: Ese es uno de los grandes aprendizajes que tuvimos. Antes de la pandemia hubiera dicho que era muy difícil poder generar ese vínculo alumno-profesor que nos da el contacto diario en el campus.
Pero, si bien son experiencias distintas, descubrí que a través de lo online se pueden alcanzar los mismos objetivos, aunque haciéndolo de una manera distinta. Hoy nos preguntamos cuál es el objetivo de determinada materia, qué es lo que queremos transmitir en ella, y a partir de eso construimos experiencias que se adapten al formato online. No podemos hacer lo mismo que en el campus, no; pero sí podemos plantear otras actividades que permitan llegar al mismo resultado.

Fortuna: ¿Han podido evaluar esos resultados?
Dams: Estamos pudiendo comparar evaluaciones de materias que se dan tanto en el MBA presencial como en el online, y cuando vemos las vivencias de los participantes casi no podemos distinguir quién curso en cada modalidad.

"Hay industrias como el manejo de datos espaciales o de imágenes y que ya están revolucionado la manera en que se hacen los negocios".

Fortuna: En esta pospandemia, ¿qué nuevos conocimientos se les exigen a los hombres y mujeres de negocios?
Dams: Hay mucho que viene desde antes de la pandemia, nuevas tendencias que surgieron ante el crecimiento exponencial que han tenido sectores como fintech, criptos o blockchain. Cada vez más gente necesita entender que está pasando en esas industrias, lo que genera una demanda de nuevos conocimientos que nosotros vamos incorporando a las maestrías a través de materias electivas o en ‘short courses’. Hay otro aspecto muy interesante que ha venido en aumento y es lo referido al cuidado de la salud del manager.

Fortuna: ¿Cómo es eso?
Dams: Si pensamos en un deportista profesional sabemos que se entrena y se alimenta para estar preparado ante el nivel de estrés que enfrenta en cada encuentro deportivo.
Un empresario, en todo el mundo pero más aún en la Argentina, también vive en constante estrés, pero no se prepara para eso. Recién ahora se están desarrollando programas con este enfoque, que ayudan a los empresarios a estar listos ante situaciones límite. En el IAE venimos trabajando con wellness y tenemos al Hospital Austral como aliado para estos programas que ya ofrecimos a los alumnos de maestría durante lo peor de la pandemia. Es entender cómo uno puede prepararse desde el descanso, la alimentación y una vida más sana.

Fortuna: ¿Cuáles considera que son las especializaciones del futuro?
Dams: Por el auge del precio del bitcoin y la gran cantidad de gente que se ha volcado a invertir en activos de ese tipo, las criptomonedas van en punta. También por el atractivo que generan los NFT. Se agregan la inteligencia artificial y el manejo de datos. Todo lo vinculado con la tecnología es algo que cada vez más quienes trabajan en empresas deben conocer. En paralelo, aparecen los programas más clásicos de management skills, temas de liderazgo, de organización y de finanzas, que cualquiera sea el rubro en que te desempeñes son necesarios.

Fortuna: ¿Existen industrias con un potencial de desarrollo aún no descubierto?
Dams: Para eso se deben analizar las inversiones de los fondos de venture capital, que son los que invierten en startups. Ese análisis permite ver cuáles son las industrias que más van a crecer en el futuro y sobre qué pilares se basan sus modelos de negocio. El manejo de datos y la inteligencia artificial van a seguir transformando industrias completas, no hay duda. Incluso la educación ejecutiva. Hoy existen industrias como el manejo de datos espaciales o el manejo de imágenes que hace cuatro o cinco años no exitían y que ya están revolucionando la manera en que se hacen los negocios. Es deber del management tratar de entender qué va a pasar en el futuro para prepararse. El riesgo es que si no uno desaparece.

"Había dinero de fondos de venture capital que iba a China y ya no va más. Que algo de eso venga a la región representa mucho dinero".

Fortuna: ¿Qué ocurre con el financiamiento?
Dams: La región está pasando por su mejor momento. La cantidad de inversiones que se están haciendo en Latinoamérica en el ecosistema emprendedor es histórica. Hay múltiples motivos: por un lado, hay muchos ca o de éxito que se develaron al mundo del financiamiento emprendedor hace muy poco tiempo. Los unicornios que han surgido demuestran que en la región hay emprendedores de primera línea. Y esos mismos emprendimientos derraman sobre la economía la generación de nuevas oportunidades de inversión. Personas que trabajaron en Mercado Libre, en Globant o en Nubank, que salen para encarar su propio proyecto y cuentan con un network que les permite levantar más capital. Hay además otra realidad: habla dinero de fondo de venture capital que iba a China y ya no va más. Que algo de eso venga ahora a Latinoamérica para nosotros representa mucho dinero.

PANDEMIA. "Como a muchas otras industrias, la crisis sanitaria nos afectó muchísimo y nos dimos varios golpes", admitió Carolina Dams desde el rol de nueva decana del IAE Business School

Fortuna: ¿Por qué se cerró ese flujo hacia China?
Dams: Por temas regulatorios del país, relacionados con la salida de capitales. Algunas decisiones abrieron signos de pregunta y un grupo de inversores comenzó a mirar a otros mercados emergentes con más cariño. Latinoamérica fue una de las regiones más beneficiadas.

Fortuna: ¿Qué Lugar ocupa nuestro país en el contexto regional?
Dams: La Argentina es una cuna de emprendedores, a pesar de lo difícil que resulta empezar y operar una empresa en el país. Probablemente por eso mismo nuestros emprendedores se destacan en la región, porque si vos podés hacer una gran empresa en la Argentina significa que realmente sos muy bueno. El emprendedor argentino es destacable y la formación académica que recibe en el país también lo es. El ecosistema en sí mismo atraviesa un momento de madurez que es producto de las aceleradoras de negocios que nacieron en 2010 o 2011.

 

Fortuna: ¿Por qué cree que está mal visto ser empresario en la Argentina?
Dams: El empresario es alguien que genera empleo, que aporta un montón de cosas a la sociedad, y a menudo aparece envuelto en un manto de dudas. Eso es algo que debemos revertir. Pero afortunadamente, el emprendedor no entró en ese mundo, no es 'empresario', es 'emprendedor', y demuestra que hay otro camino posible. El impacto que tiene la inversión en el ecosistema emprendedor como derrame en la economía a través de la generación de nuevas patentes e innovación, de la creación de empleo, del aumento de las exportaciones y del crecimiento de la recaudación impositiva, es realmente impresionante. Ahora debemos aprender a retener al emprendedor para que no se nos vaya.

 

Fortuna: Habiendo sido docente en carreras de grado me atrevo a preguntarle por el nivel de formación de los alumnos que reciben desde el nivel medio.
Dams: Es bastante dispar el panorama., las pruebas PISA hablan a las claras de eso. Habría que segmentar también por carreras, porque es distinto el alumno que quiere estudiar ingeniería, que tiene cierta facilidad para la ciencia dura, que, por ejemplo aquel que elige carreras más sociales. El nivel de graduación de alumnos es alto, pero es cierto también que estamos teniendo que reforzar las bases sobre las que empezamos a construir. Sobre todo en los primeros años, uno debe solidificar para recién después avanzar en mayores conocimientos. Las universidades han adaptados sus modelos para poder hacerlo. De qué manera afectó la pandemia a los alumnos que llegan a la universidad lo estaremos viendo recién este año y el próximo.

"Es deber del management tratar de entender qué va a pasar en el futuro para prepararse. Si no, uno desaparece".