Chimichurri, la riqueza está en la mezcla
A través de un taller, en el panel se intentó sensibilizar y abrir un espacio de diálogo y reflexión sobre la importancia de la diversidad en el clima laboral
Los líderes necesitan comenzar a tender puentes sobre diferencias que muchas veces no reconocen. Esto incluye a distintas generaciones, culturas, religiones, orientaciones sexuales, habilidades físicas, estudios, personalidades, estados parentales. Esta diversidad puede proveer enormes beneficios en términos de mejora del clima laboral en un equipo, un mayor pensamiento “fuera de la caja”, un trabajo en equipo más colaborativo, y una atmósfera de entendimiento y respeto mutuo. El panel “Chimichurri, la riqueza está en la mezcla”, estuvo orientado a ello.
A través de un taller, un panel intentó sensibilizar y abrir un espacio de diálogo y reflexión sobre estos temas. El mismo estuvo compuesto por la profesora del IAE y directora de Confye (Centro de Conciliación Familia y Empresa del IAE), Patricia Debeljuh, la profesora del IAE y directora ejecutiva del Centro de Entrepreneurship del IAE, Silvia Torres Carbonell, la alumni IN 2017, referente de Federación Argentina de Exhibidores Cinematográficos y co-fundadora de Diverdad, María Devoto, junto a su marido Nicolás Montero, alumni del EMBA 2017, CIO de Simplot Argentina y co-fundador de Diverdad.
Nicolás Montero, alumni del EMBA 2017, CIO de Simplot Argentina y co-fundador de Diverdad
En un momento dado del taller, los alumni que se encontraban en el público participaron de diferentes actings para reflejar lo aprendido en el día. Una de esas participaciones fue la recreación de una discusión entre amigos que eran socios de una misma empresa. Allí, el problema principal era la extrema ideología política que había adoptado uno de ellos y que interfería en la dinámica diaria laboral.
“Cuando empezamos a etiquetarnos ya no podemos tener una buena relación”, dijo uno. “Convivimos ocho horas diarias juntos, convivo con ustedes más que con mi familia, tenemos que llevarnos bien”, agregó otro. Entonces, coincidieron: “Hagamos una actividad todos juntos para ver si podemos integrarnos todos juntos”. Decidieron así ir a pintar una escuela en Villa Tranquila. Tras el ejercicio, María Devoto, comentó: "Buscar un punto común en el que no peleen para destrabar es fundamental”.
Luego, actuó un grupo de alumni que representaban a vecinos optimistas y pesimistas. Debatían sobre la posibilidad de expulsar a un vecino con antecedentes del country en el que vivían. Los pesimistas decían que ese hombre no debería estar en el barrio porque no era una persona honrada, mientras que los positivos decían: “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Entre otras propuestas, debatían sobre la posibilidad de modificar el estatuto del country para que no puedan vivir allí personas que hayan estado presas. Luego cambiaron los roles y los positivos tomaron el rol de los negativos. “Hay infinidad de grises donde nos podemos poner de acuerdo. Las posiciones extremas no son buenas”, concluyó Nicolás Montero.
El equipo de chimichurri
Valores, diversidad, autoconocimiento, aceptación, empatía, integración, tener una actitud emprendedora, animarse, aceptar ser juzgado, superar la frustración, idear o pivotear, es decir, si ya te dijeron que no, ir por otro lado. Tener escucha de lo que te están diciendo. Todas esas fueron ideas que se intentaron solidificar a través del taller. También la importancia de que haya distintas miradas, ver el valor del optimismo extremo y del pesimismo extremo que puedan llevar hacia alguna orilla donde se pueda construir y no destruir.
El cuarto panel del Alumni Day fue sobre empresas familiares, titulado “Destapa la olla”. En el taller se trataron los típicos problemas que suceden en las empresas fundadas y manejadas por una familia. Lo novedoso fue que los alumni debieron dividirse en grupos para teatralizar distintas de estas situaciones.
En un principio dos alumni representaron a dos hijos que, ante la muerte de su padre empresario, se encuentran con todas las deudas que éste había dejado. El segundo fue una discusión entre una pareja porque la empresa de ambos había sido clausurada. La tercera, trataba de una mujer mayor llorando porque su marido había muerto y no sabía qué hacer con la empresa. La cuarta reflejaba a una mujer que hablaba con un amigo sobre la falta de confianza que había dentro de la empresa; la falta de conocimiento de los asuntos de la compañía por parte de sus hijos y el dinero de más que, según había descubierto ahora, cobraba una tía.
Quienes moderaron el taller fueron los profesores del IAE y miembros del Centro de Empresas Familiares, Lucio Traverso y Pedro Vázquez, y el alumni IN 2016 y responsable Creativo de Innovación Educativa de la Universidad Austral, además de actor y director del elenco de teatro independiente de Pilar, Rozza Orzuzza, Hernán Deluca.