Eduardo Fracchia, Director del Área de Economía del IAE, cerró el Ciclo de Presidentes y Secretarios con un repaso del contexto económico internacional y local, y pronósticos.
Eduardo Fracchia sacó por un rato el foco de la Argentina, para analizar qué está sucediendo a nivel mundial. Señaló que la actividad en general se está enfriando: Estados Unidos viene desacelerando, Alemania está en una leve recesión y China contrajo su crecimiento del 10% al 6%, fenómeno que influyó en el precio de la soja. “No tenemos el llamado superciclo de commodities. La dinámica no es adversa pero tampoco son los precios que tuvo el kirchnerismo”, resaltó.
“Los países emergentes siempre crecen más, aunque a Latinoamérica le va peor. A la región le fue muy bien entre 2000 y 2010, pero entre 2010 y 2020 tuvo un desempeño más bajo. Cristina tuvo dos recesiones de cuatro años. Macri tuvo tres recesiones de cuatro años. Somos el país que más recesiones tuvo desde el año 60, junto con Gabón”, contó el especialista.
Advirtió que el producto per cápita actual es menor que el de 2011: “Hemos perdido gas en el último tiempo”.
¿Qué nos depara el 2020?
Fracchia remarcó la demanda de un programa económico consistente, que baje los niveles de incertidumbre y dé expectativas favorables, porque “la economía pasa mucho por la confianza”.
En cuanto al año próximo, sugirió que comenzaría en negativo por el arrastre de la inflación, que fue sorpresiva. “Venía el dólar relativamente trabado. Se achicó la canilla monetaria, se achicó la canilla fiscal, pero la inflación rebelde siguió alta”, analizó.
El campo tendría una buena cosecha, aunque podrían profundizarse las retenciones. “No sabemos si habrá instrumentos de mayores controles”, explicó.
“Energía es un sector con fuerza. Tenemos Vaca Muerta con mucho empuje y potencial para exportar y dar trabajo. La industria fue muy golpeada en los últimos tres meses, pero seguramente el Gobierno le ponga fichas”, adelantó.
Resaltó que el volumen de exportación podría aumentar un 7%, según Lacunza, factor relevante para el ingreso de dólares y la generación de empleo.
El valor del dólar es una cuestión de debate entre los diversos sectores. “El populismo cambiario de dólar bajo es atractivo para los políticos”, advirtió Fracchia, que prevé un dólar a 80 o 90 a fines de 2020. “No me imagino un escenario de una enorme disparada del dólar. Creo que va a subir un 30-40-50%, pero son todas conjeturas. Soy más proclive a pensar en un contexto más blando que el de otras devaluaciones ya vividas”, agregó.
“No veo un salto de hiperinflación. Algunas voces del kirchnerismo plantean empujar la emisión: eso podría ser peligroso”, indicó. “Para estimular el consumo se necesita salario real, ¿pero se podrá conseguir? Es todo un desafío”.
El profesor añadió otras variables que influirán el año que viene en la situación económica. La inversión, que viene bastante atrasada; el gasto público elevado y que, según declaró Alberto Fernández, no tiene margen de reducción; y la importación que este año se derrumbó. “Tenemos balanza comercial positiva: es una mala noticia porque significa que tuvimos recesión”, explicó.
Fracchia resumió la “herencia” para el gobierno que viene, a grandes rasgos: tasa de interés, recesión de dos años, balanza comercial positiva, cuenta corriente más ajustada, mejores precios relativos, pacto Unión Europea-Mercosur, riesgo país y deuda no tan alta, pero en un país con una gran intolerancia a la deuda. Agregó que “el control de cambio llegó para quedarse”.
“Se dice que todos los gobiernos terminan peor. Nos cuesta encontrarle la vuelta a una economía que sigue siendo la más rica de América Latina pero que viene perdiendo mucho gas. El debate es sobre cuál es nuestro flanco débil”, expresó.