Discriminación de género en las empresas, un problema todavía abierto
Por Andrea Linardi
Si nos preguntamos sinceramente si discriminamos en las organizaciones, deberíamos tener la valentía de reconocer que sí. Si no comenzamos reconociéndolo, nunca lo reflexionaremos y menos aún lograremos cambiar nuestra conducta.
En base a mi experiencia, de más de treinta años trabajando en y con empresas, puedo aseverar que no solo existe una importante brecha entre la participación femenina y masculina en las empresas de nuestro país, sino que es diferente el respeto que ambos sexos reciben en sus interrelaciones cotidianas. En la práctica las responsabilidades conferidas a cada grupo son disímiles, y, como consecuencia, son dispares las posibilidades de desarrollo que las mujeres tenemos dentro de las empresas en nuestro país.
Actualmente se escucha de forma constante sobre la importancia de promover culturas organizacionales que impulsen la inclusión y la diversidad, fomentando el ejercicio de la mujer con iguales índices de participación en posiciones de liderazgo y responsabilidad.
Desde lo discursivo se defienden argumentos sobre la mujer y su inteligencia emocional, empatía y como consecuencia sus atributos en la comunicación interpersonal. Sin embargo, los relevamientos del mercado siguen demostrando la baja participación de la mujer, y su inequidad en reconocimientos económicos y culturales dentro de las empresas.
Las líderes mujeres ocupan, en nuestro país, solamente
el 34% de las posiciones directivas en organizaciones privadas, de acuerdo a la Encuesta Indicadores Laborales SSPEyEL y MTEySS sobre la base de datos del Indec y Cippec en el 2do trimestre 2017.
En el mismo sentido, la ONU a través de su PNUD 2014 (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), afirma que solo tres de cada diez puestos de trabajo en los cargos de jefatura y dirección son ocupados por mujeres en nuestro país.
Asimismo, el ingreso mensual de una mujer es 27% menor que el ingreso mensual que recibe un hombre en relación formal de trabajo, de acuerdo a la Encuesta Indicadores Laborales SSPEyEL y MTEySS sobre la base de datos del Indec y Cippec en el 3er. trimetre del 2017.
En el mundo las cifras que reflejan la inequidad entre hombres y mujeres líderes en las organizaciones corren en el mismo sentido. Según muestra la OCDE Organization for Economic Cooperation and Development “Gender wage gap” (2018), en promedio las mujeres cobran un 23% menos que los hombres según un relevamiento de 35 países a nivel global.
Asimismo, la participación de las mujeres en puestos directivos en Estados Unidos refleja similar situación que en nuestro país. De acuerdo al informe de McKinsey Company & Lean In de 2017, solo el 33% de los puestos directivos y el 37% de managers está ocupado por mujeres en los Estados Unidos.
Al no encontrar análisis cuantitativo sobre la Discriminación en las Organizaciones en nuestro país, decidimos relevarlos. Desde nuestra consultora, Al Grupo Humano, realizamos una encuesta anónima online logrando 300 respuestas de personas que trabajan en relación de dependencia en Argentina. Estos son algunos de los resultados hallados:
- 6 de cada 10 mujeres declaran que ellas o alguien en su círculo íntimo han sido víctimas de Discriminación en las organizaciones de nuestro país.
- 6 de cada 10 mujeres no denunciaron el caso ni a un superior, ni al área de RRHH, ni a otra persona que pueda ayudarlas dentro de la empresa.
- El temor a represalias, como el despido, es la principal razón por la cual no se denunció el caso de discriminación, alcanzando a casi el 60% de las razones.
No podemos modificar el pasado, pero sí podemos ocuparnos y preocuparnos del futuro. Necesitamos conversar y poner en palabras estos hechos aberrantes que suceden a diario, que los sabemos y que Todos miramos para otro lado por miedo, por vergüenza y/o por impotencia. Necesitamos ponerlo en agenda, generar legislación que facilite la detección y el castigo de los perversos, y desarrollar políticas dentro de las organizaciones que promuevan la denuncia y den un marco de contención para evitar el silencio.
Un dato alentador, es que el 80% de los consultados en nuestro país siente que en los últimos tiempos hay mayor libertad para discutir estos hechos. Reconozcamos que la discriminación es parte de la realidad que lamentablemente vivimos en las organizaciones. Ese es el primer paso. Hagámonos cargo.
*Speaker Internacional y Directora de Al Grupo Humano