Enrique Alfredo Vollenveider, DPME 2014, socio gerente de BioAromas
-¿Cómo nació BioAromas? ¿Qué desafíos tuvieron que enfrentar como pyme?
-En primer lugar, nace la necesidad de ofrecer al mercado de la producción animal productos que mejoren los índices productivos, la salud y el bienestar de los animales, tanto los de crianza como los de compañía. BioAromas Latinoamericana nace en 2006 y en ese mismo año se conforma BioAromas do Brasil en el estado de Santa Catarina, donde se produce más del 60% de las aves y cerdos de consumo interno y exportación. Desde 2006 hasta finales de 2014, nuestros productos fueron elaborados en un laboratorio aprobado por Senasa. Sin embargo, tanto el mercado local como el internacional comenzaban a requerir normas de calidad e inocuidad alimentaria, con un nivel de inversión, esfuerzo y compromiso que dicho laboratorio no estaba dispuesto a incurrir.
En 2014 me sumo al DPME y hasta hoy agradezco lo aprendido y el grupo de profesores y compañeros. Fue lo que en definitiva me animó a diseñar una nueva estrategia para el negocio. Es por ello que a partir de 2015, tomamos la decisión de construir nuestra propia unidad de elaboración dentro de un polo industrial. Hoy día contamos con certificación de Buenas Prácticas de Manufactura HACCP, que son los puntos críticos de control, con la FSSC 22000, que es inocuidad alimentaria grado humano y además certificamos Huella de Carbono o Carbono Neutro. La planta industrial cuenta con certificación Kosher. Podemos proveer a multinacionales por calidad y confianza.
Hay una gran diversidad de industrias, comercios y servicios que podemos considerar pymes. Nuestra empresa ante todo es una empresa familiar, la constituimos con mi esposa hace 20 años. Dentro del espectro pyme somos una compañía pequeña con una visión y misión de una transnacional. Los desafíos son permanentes y variados. Para nosotros siempre la prioridad fue el trabajo en equipo y la innovación junto al conocimiento y el foco.
Desde 2019, practicamos la filosofía Kaizen (calidad total más trabajo con bienestar). Llevamos 3 años de trabajo donde tenemos reuniones de evaluación de resultados y la mejora es continua. Por ello nos han seleccionado desde el Ministerio de la Producción como una empresa que ha tomado las herramientas de las 5 S y las traslada a sus productos y servicios. Nuestra visión y misión de negocios incluye la responsabilidad social y el bienestar de nuestros colaboradores, clientes y proveedores.
-¿Cómo ves la situación de las pymes en la Argentina tras la pandemia?
-Veo una clara situación de oportunidades para quienes se hayan preparado o se preparen para los negocios del futuro. En nuestro caso no paramos de generar conocimiento durante la pandemia a través de las capacitaciones, de realizar webinars y vivos de IG en forma sistemática, comunicando nuestros desarrollos tecnológicos y los beneficios que producen en los animales, los productores y al medioambiente. Tomamos la asociatividad con empresas locales e internacionales. Hoy en día estamos en contacto con empresas biotecnológicas de Israel, Australia y España. En 2019 sumamos a la alta dirección a Federico Cavalli, un Alumni EMBA. Con Federico cambiamos la matriz de los negocios y miramos hoy el 2030 como horizonte.
Más allá de todo esto, trabajamos sobre los presupuestos y los costos fijos que han crecido en forma sostenida y muchas veces complican la operación. Vemos la necesidad de abrir nuevos mercados externos y producir en mayor escala para ser más competitivos. Todo esto requiere de mucho trabajo y muchas veces no hay capital disponible para todo ello. Hoy día nuestro principal cliente es Brasil y hemos abierto nuevos países de destino de nuestros productos como España y Centro América.
-Gracias a la plataforma Eureka, con un acuerdo binacional entre Argentina y España, fueron postulados como caso de éxito de una pyme exportadora de un producto denominado Saponinas Triterpénica con múltiples beneficios para la salud intestinal y el medio ambiente. ¿Podrías contar un poco de este caso de éxito?
-En 2019 aplicamos un nuevo desarrollo en la plataforma Eureka de intercambio tecnológico junto a una empresa española. En el norte argentino encontramos una variedad de especies autóctonas con propiedades de sustitución de algunos medicamentos o antibióticos para uso en animales. Con Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación (MINCyT), un equipo de profesionales biotecnólogos, médicos veterinarios, ingenieros agrónomos investigamos y probamos en laboratorio y en granjas de aves y cerdos las propiedades de la espina corona que permite mejorar la calidad del ambiente ruminal, la microbiota de los cerdos y las aves, además de reducir emisión de gases como metanos y amoníaco. Estamos esperando una segunda visita del MINCyT para promovernos como un caso de éxito, ya que utilizamos fondos del estado para la investigación y cumplimos con los plazos y sobre todo pudimos exportar este producto a España, donde fue utilizado con resultados sorprendentes. Tenemos en los próximos días la salida del primer contenedor a ese país. Estamos planificando un crecimiento sostenido en producción y desarrollo de nuevos productos a base de ingredientes naturales. Nos preocupa la salud, el bienestar de las personas y los animales, además de ser amigables con el planeta.