Fabiana De Nicolo, EMBA 1997, es la CEO de Southbridge Insurance (SBI), la empresa de seguros canadiense que hace dos años adquirió las operaciones de AIG en la región
–¿Cómo impactó la pandemia al mercado de seguros en Chile?
–Desde el punto de vista del negocio, hubo mayor siniestralidad en Vida, Salud y Desempleo por las muertes que produjo el Covid durante la pandemia y por el mayor desempleo que trajo el descenso de actividad. En los Seguros Generales, se vieron afectadas diversas actividades como Turismo y Construcción, que afectaron la venta de seguros de viajes, la falta de licitaciones del gobierno de obras que fueron postergadas.
Asimismo, los seguros de Fianzas y Garantías, especialmente Capital Preferente, tuvieron siniestralidades altísimas, ya que no se entregaban permisos de construcción, hubo atrasos en obras y muchas inmobiliarias y constructoras que quebraron.
Los seguros de Propiedad tuvieron alzas importantes de tasas por el aumento de riesgo que produjo el estallido social previo a la pandemia en el año 2019, que permitieron compensar la baja de todos los seguros de empresas referidos al personal (ej. Accidentes personales).
Los seguros ligados al mercado masivo también tuvieron bajas, ya que la venta de autos y bienes en general se estancó con el cierre de tiendas y comercios.
Durante la pandemia, el gobierno obligó a las empresas a comprar un seguro para los empleados con cobertura de Covid.
Sin embargo, se incrementaron ventas de asistencias de telemedicina, asistencias psicológicas online, seguros de hogar, e incluso aparecieron nuevos seguros ofreciendo cyber seguridad y toda la venta en plataformas digitales.
El incremento explosivo de la venta vía e-commerce aceleró las ventas por internet y obligó a todas las empresas a adaptar sistemas, desarrollar plataformas para adaptarse a los nuevos consumidores.
–¿Cómo está la situación actual? ¿Qué cambios creen que llegaron para quedarse?
–Durante la pandemia, en Chile hubo mucha ayuda estatal para familias y pymes, y se permitieron retirar tres veces los fondos ahorrados en las AFPS (sistema de jubilación privado) en detrimento de las jubilaciones futuras.
También las ayudas provocaron fenómenos de alta inflación anual del 7,2%, no habituales en Chile, y que la tasa de interés del 5,5% se ubique en niveles no vistos en los últimos 20 años.
El nuevo gobierno de Gabriel Boric está impulsando reformas impositivas, laborales y de pensiones para sustentar los planes anunciados en la campaña.
El mercado de seguros Generales ya superó los niveles prepandemia, ayudado por un incremento en venta de autos nuevos y usados, aumento de consumo y los seguros de Vida están recuperándose también.
El nivel de actividad creció alrededor del 12%, el empleo se recuperó a niveles prepandemia (excepto mujeres y jóvenes) y la falta de mano de obra se siente en actividades como agricultura, turismo, minería, etc., donde muchas personas crearon sus propios emprendimientos y decidieron no volver a actividades en relación de dependencia.
El cambio más importante fue sin duda el teletrabajo, y los sistemas híbridos que llegaron para quedarse y que permiten tener un mejor balance de la vida profesional y laboral que tanto valoran los colaboradores más jóvenes y también ahorra tiempos de viaje o permitir más flexibilidad, al poder hacer trabajo remoto desde centros vacacionales como vimos este año.
–¿Cómo se ve a la Argentina desde el exterior en términos económicos?
–Lamentablemente, no se ve muy bien. Las negociaciones con el FMI son seguidas de cerca por los inversores internacionales, la salida de varias empresas multinacionales durante la pandemia dejó de ser un síntoma para convertirse en una realidad.
Los grandes inversores de la región miran a Colombia, Perú y Chile como países con mayor estabilidad económica, menor inflación, mejor índice de confianza en las instituciones y un horizonte de planeamiento de largo plazo que favorecen el clima de ahorro e inversión.
Sin embargo, es muy reconocido el capital humano de nuestro país, sobre todo los relacionados a la tecnología, lo que aceleró la contratación remota de los mismos, a costos muy convenientes en dólares.
Esperamos que con la negociación con el FMI, la economía se pueda encauzar y volver a crecer.