Juan Erize, PPD 2008, es Gerente General en Enel X

-¿Cómo creció la industria de la movilidad en este último año? ¿Qué impacto generó la pandemia?

-En la conferencia internacional de la Organización de las Naciones Unidas, COP26 realizada en Glasgow, en noviembre del 2021, varios países tomaron el compromiso de ser carbono-neutral para el 2050.
Desde unos años antes, países, empresas e individuos habían empezado a tomar conciencia sobre lo fundamental del cuidado del planeta y de hecho habían empezado a implementar medidas para ser más eficientes y sustentables en sus consumos. Pero la aceleración que llegó con la declaración de estado de alarma por la pandemia fue tal que obligó a pensar y aprobar medidas urgentes para disminuir la huella de carbono y con ella las emisiones de gases de efecto invernadero.
En ese contexto, la movilidad eléctrica mostró un avance muy marcado en el último año. La industria automotriz hizo anuncios relevantes sobre el lanzamiento de nuevos modelos de autos eléctricos, así como su compromiso de tener un alto porcentaje de su producción solo de modelos eléctricos para los próximos años.
Que la cotización bursátil de Tesla sea superior a la cotización bursátil de la suma de los 9 competidores siguientes es un hecho sumamente relevante: habla de la expectativa de que el mundo cambiará los autos, buses, camiones a modelos eléctricos, premia el First Mover, a quien lidera hoy día esta carrera.
Los países desarrollados también hicieron sus anuncios en esta dirección. Noruega informó que no dejará comercializar autos a combustión (en 2021 más del 70% de los autos vendidos fueron eléctricos) y Chile no dejará importar más autos a combustión a partir de 2035.

-¿Cómo será la movilidad en las ciudades del futuro?

-Las ciudades en Latinoamérica albergan al 80% de la población del continente y el transporte público es uno de los máximos responsables de la polución. Con estos altísimos porcentajes es imprescindible la necesidad de trabajar para disminuir la contaminación y lograr que esas urbes sean espacios cada vez más “sustentables”.
Enel X promueve hoy la idea de ciudades del futuro con una componente muy alta de electrificación, prescindiendo del uso de la combustión fósil y un altísimo grado de digitalización de los sistemas que la integran.
El transporte público electrificado, el alumbrado público inteligente, los sensores de medición de variables (contaminación del aire, contaminación sonora) o los paneles fotovoltaicos para autoconsumo en edificios públicos, industrias u hogares son algunos de esos sistemas.
La electrificación del transporte es sin duda uno de los desafíos más importantes y sobre el cual ya existen resultados palpables. Santiago de Chile y Bogotá cuentan con más de 1.300 buses eléctricos, que han generado una disminución en la generación de smog y la contaminación acústica.
Hoy día, empresas de diferentes rubros, como logística, retail o con una gran cantidad de empleados/contratados que tienen flotas de autos, camionetas y buses; están evaluando el cambio a vehículos eléctricos, tanto por el ahorro que esto genera, en mantenimiento y en recarga eléctrica versus el costo del combustible fósil; como por una visión de sustentabilidad y eficiencia. Así también el usuario común, quien está teniendo posibilidades de adquirir autos híbridos o 100% eléctricos.

-¿Qué nos espera en los próximos meses? ¿Cuándo se verán masivamente estos cambios?
-En Argentina estamos en una etapa muy incipiente, si nos comparamos con países de Europa o incluso con países vecinos.
El proyecto de Movilidad Sustentable presentado el año pasado por el ministro Matías Kulfas es un buen comienzo, ya que promueve la creación de una industria nacional orientada a la movilidad eléctrica. Sin soslayar que presenta un plan de recambio de la “flota publica” con metas concretas en los próximos años.
El Gobierno Nacional ha anunciado que esta Ley promoverá para el 2030 la creación de 12.500 puestos de trabajo en terminales automotrices, con inversiones estimadas en USD 5.000 millones. Además, creará 6.000 empleos nuevos en el sector autopartistas, con inversiones que rondan los 1.500 millones de dólares; y los fabricantes de baterías tendrán unos 2.500 puestos nuevos de trabajo en fabricantes, trepando las inversiones a USD 1.800 millones. Asimismo, se estima un escenario de inversiones de 8.300 millones de dólares, exportaciones por USD 5.000 millones, y un ahorro acumulado de 10,7 millones de toneladas de CO2 equivalente.
A la par de estas proyecciones es necesario considerar que la Argentina posee los segundos recursos de litio identificados más grandes del mundo (solo detrás de Bolivia) y la tercera cantidad más grande de reservas de litio comercialmente viables detrás de Chile y Australia.
Queda complementar este proyecto con la definición de una estrategia Federal de recarga pública, para optimizar las inversiones privadas/públicas y desplegar una red de recarga que cubra el país entero. De esta manera, cualquier persona podrá circular por el país, sabiendo que independientemente de adonde vaya, habrá un lugar de recarga pública cercano.
Debe agregarse una nueva normativa en la construcción de nuevos edificios o remodelación de edificios existentes para definir que cada cierta cantidad de cocheras debe habilitarse un cargador para vehículos eléctricos. Los edificios que se están proyectando hoy día, tendrán tal vez en 10 años una proporción mucho más alta de autos eléctricos, y deben construirse tomando en cuenta la realidad del futuro. Es más barato construir pensando en que algunas cocheras serán usadas por dueños con autos eléctricos, que modificar todas las instalaciones cuando el futuro llegue.
Hacer proyecciones en este momento puede ser aventurado, ya que debemos ver como avanza el tratamiento del proyecto de ley, como integra el capítulo “recarga” y como se sigue estimulando, con beneficios de aranceles e impuestos, la compra de vehículos eléctricos.
Cuanto más foco se ponga en estos temas aquí mencionados, mayor velocidad de adopción de la movilidad eléctrica tendremos en nuestro país, acercándonos aunque sea a baja velocidad, a la realidad de nuestros vecinos que ya hoy día nos llevan una enorme ventaja.