Gestionar conscientemente las emociones, una puerta hacia la libertad

Publicado Thursday 25 de November de 2021

El psicólogo Ernesto García González explicó por qué conocerse a uno mismo y gestionar lo que pasa adentro nuestro es clave para poder sentirnos más libres y en paz

El último ciclo de extensión del año, "Yo y mis emociones. Conociendo lo que mis emociones hacen en mí", estuvo a cargo de Ernesto García González, psicólogo e instructor en el Programa de Liderazgo del IAE. En su disertación, vía Zoom, el experto hizo un recorrido por las distintas emociones que sentimos y explicó por qué es importante comprenderlas y así poder ser más libres.

“Las emociones son un estado sistémico de la persona que incluye aspectos fisiológicos, mentales, impulsivos y de comportamiento”, sostuvo el experto y explicó qué nos pasa dentro cuando nos encontramos con una emoción. Frente algo desagradable solemos responder de tres maneras diferentes. Primero, la mente lo reprime. “Muchas veces reprimimos la emoción porque no sabemos qué hacer con ella, nos da culpa y no lo podemos enfrentar y luego eso se manifiesta en irritabilidad, cambios de humor o dolor de espalda, porque nuestra mente se enfrenta a algo feo y lo primero que hacemos es sacarlo de la conciencia, pero eso vuelve”, explicó.

Lo segundo que la mente suele hacer es recurrir a la expresión. “Hay una teoría que cuando expresamos la emoción tiende a propagarse. Por ejemplo si hace cuatro días le estamos contando a todo el mundo cómo nos hicieron esperar en el turno médico y lo injusto que fue, es probable que cada vez sintamos más bronca”, dijo.

El tercer mecanismo para evitar enfrentar las emociones es escapar. Por ejemplo, nos llenamos de trabajo o actividades sociales y evitamos sentir emociones como aburrimiento, tristeza apatía, etc. El psicólogo sostuvo que la mente tendía a evitar toda emoción desagradable porque se cree fragmentada del todo y su principal producto, el ego, tiene miedo.

Colorear el mundo

"Si echamos un vistazo a la vida humana, vemos que consiste en una larga lucha para escapar de nuestros miedos internos y de las expectativas proyectadas en el mundo –continuó González-. La mente utiliza las emociones como principal método de supervivencia".

Luego, explicó de qué manera lo que tenemos dentro colorea el mundo. "La predisposición a actuar con miedo, depende del miedo que haya en mi interior. Para una persona miedosa, el mundo es un lugar aterrador, para una persona enfadada, el mundo es un caos de frustración y aflicción y para una persona culpable, el mundo es tentación y pecado", ejemplificó. En otras palabras: si yo no tengo conocimiento de mis emociones y de lo que tengo adentro, termino creyendo que el mundo es aterrador.

Niveles de energía

Por ello, González insistió en que es clave conocer las emociones y a modo de resumen, dijo que era útil tratar de entender que a cada emoción le corresponde un nivel de energía. “A menor nivel de conciencia, la emoción le hace más daño a mi cantidad de energía disponible”, dijo. A través de unas diapositivas, graficó que en el nivel de energía más bajo se encuentran: el sufrimiento, la angustia, la apatía, la culpa, la vergüenza y la depresión. En este nivel uno suele sentir ‘no aguanto, soy un perdedor, a quién le importa, no sirvo, no vale la pena".

¿Cuándo estás emociones me empiezan a dar más energía? "Cuando puedo pasar de apatía y sufrimiento al yo puedo, al deseo incluso a la ira”, sostuvo el orador. “Aunque sea el deseo me mueve más. El deseo me dice 'yo puedo estudiar esta carrera, cambiarme de trabajo, ser un buen padre. La ira, la bronca tienen más energía que la apatía y la tristeza. Si estás enojado, estás a punto de hacer algo, hay algo adentro que se está movimiento y ahí toca el orgullo, el ´yo puedo´. Por ejemplo no tengo tanta vergüenza, puedo hacerme nuevos amigos, ya no me creo que soy un viudo que no tiene una oportunidad y puedo volver a casarme”, explicó.

Para resumir, el psicólogo citó una frase del libro "Dejar Ir" del doctor David Hawkins, pionero de la medicina y de la investigación de la conciencia,: “Todos sentimos ira por nuestro miedo del pasado, que ha bloqueado nuestros logros. Si por ira hacés algo al respecto, tomás el toro por las astas. Ya empezás a sentir orgullo, y estás al borde del coraje”.

El coraje es el punto de inflexión- continuó González-. Es el que dice yo sé que puedo. La persona que tiene coraje está dispuesta a observar el miedo que ha inhibido su crecimiento. Cuando puedo aceptar este miedo, puedo empezar a crecer. El coraje es poder dar, transformar, conocer que yo valgo, por eso se diferenciado del orgullo.

Para finalizar, el experto brindó algunas herramientas de autoconocimiento que consisten en preguntarse: “¿me animo a atrapar pensamientos que se repiten?, ¿qué sentimiento básico he ignorado?”. Y también subrayó la importancia de cuidar nuestro espíritu. "De esa manera se puede contemplar nuestra situación vital, volver a evaluar nuestras creencias metas y valores y cambiar el rumbo de nuestra vida. En conclusión puedo ser más libre si reconozco lo que me pasa”, dijo el experto.