Con el objetivo de fortalecer las cadenas de valor laborales, Gabriela Rendón, Head of Career Transition & Outplacement en NUMAN, reveló las principales estrategias para potenciar el valor de contar con una red de contactos y dejó varias claves para mejorar los vínculos.

“¿Te sentaste a pensar cuánto invertís en tu networking?”, se pregunta la Head of Career Transition & Outplacement en NUMAN, Gabriela Rendón antes de comenzar su workshop con IAE Business. Bajo la idea de potenciar las redes de contactos en los negocios, la especialista explicó cuáles son los factores clave para mejorar los vínculos y afianzar las propuestas de valor.

“Nos constituye el capital social, intelectual y experiencial”, describió Rendón y explicó que las personas suelen hacer hincapié en el desarrollo de las últimas dos variables, pero generalmente descuidan el aspecto social. “Nuestro capital social necesita que le presenten atención de forma continua. Nos puede aportar conocimiento, información, oportunidades laborales, referencias y recomendaciones”, indicó.

¿Qué nos aporta la red de contactos?

Ante esto, invitó a pensar: “¿Qué puede aportarnos nuestra red de contactos?”. Y precisó que el networking se compone de tres aspectos: conocimientos, oportunidades laborales y referencias.

En este sentido, alertó sobre la importancia de que la red de contactos funcione a través de la retroalimentación, es decir, que debe nutrirse constantemente y no a causa de una situación específica, así como tampoco debe basarse únicamente en una sola plataforma, sino que pueden conformarse redes en cualquier espacio.

“Es un proceso continuo mantener viva a esa red. Es muy importante reservar un tiempo en la semana para alimentar esta red”, insistió Rendón. Por eso, distinguió dos grandes tipos de acciones para alentar el crecimiento de la red de contactos: planificadas (más formales y estructuradas) y espontáneas (surgen en determinadas oportunidades).

Estilos y propósitos

Para potenciar la red de contactos, la Head of Career Transition & Outplacement en NUMAN detalló que en las interacciones se ponen en juego estilos y propósitos, por lo que es fundamental observar cómo relacionarse con los miembros de la red, cada cuánto se habla y cómo se hace.

En tanto, citó al autor Adam H. Grant, que en su libro “Dar y recibir” categorizó tres grandes estereotipos de personas a partir de su forma de vincularse: el interesado, el transaccional y el generoso.

El estilo interesado, explicó Rendón, se relaciona con el otro por lo que le puede aportar, busca reconocimiento, antepone sus propios intereses y tiene una red amplia, pero apalancada en función de lo que cada contacto puede otorgar, mientras que el transaccional intenta preservar el equilibrio, ayuda a otro para ganar reciprocidad e intercambia favores equiparables.

En tanto, el estilo generoso se centra en lo que el otro necesita, se relaciona para conocer nuevas ideas y personas, crea oportunidades, comparte tiempo, energía, conocimiento, habilidades, ideas y contactos, y forma redes amplias con lazos latentes y débiles.

“Si bien todos tenemos un poco de cada estilo, hay uno que es determinante”, señaló la especialista. Y reveló que el estilo que el autor identificó como el más exitoso es el generoso.

“La generosidad es negocio porque el propósito que perseguimos en las relaciones van a determinar la fortaleza y el alcance de nuestra red al igual que la energía que fluye en ellas. Si me posiciono dentro de la generosidad voy a moverme dentro de la confianza y la abundancia, y eso abrirá mayores posibilidades. Cuando la generosidad es expresa y sistemática impone un patrón que cambia el camino de reciprocidad de los miembros del grupo. Nos conviene a todos como comunidad profesional”, confió.

Claves para construir y fortalecer una red de valor

Antes de finalizar el workshop para IAE Business School, Rendón dio a conocer una serie de pautas para acrecentar y fortalecer la red de contactos. “Mantener en forma continua actividades que directa o indirectamente nos mantengan en contacto con personas nuevas, aprovechar toda oportunidad que se presente para aportar valor desinteresadamente, planificar acciones que aporten valor a nuestra comunidad profesional, participar con asiduidad de eventos y actividades de formación que te conecten con colegas, superiores, proveedores, posibles pares, referentes, etc; compartir información relevante y contenido, y agradecer”, enumeró.

“Una red de contactos efectiva requiere revisar nuestra actitud de relacionamiento e interacciones, un plan de acción y metas, especialmente si estas en un momento de transición, hacer foco en la comunicación: qué, a quién y cómo decir, establecer cuáles son los contactos claves y recordar que el mensaje de presentación esencial”, aseveró. Y puntualizó: “Salgamos de la linealidad y pensemos sistémicamente”.

Tips para relacionarnos con otros

Para cerrar, Rendón compartió tips para desarrollar las relaciones con las personas que podrían formar parte de la red de contactos. “Antes de enviar un mensaje, investigar e interesarse por esa persona. A la hora de conectar en Linkedin, agregar un mensaje personalizado, definiendo con claridad y síntesis el valor que tenes para agregar. Pensar en el otro: ser breve y brindar información necesaria”, sostuvo.

“Confeccionar un plan de acción: llevar un registro de todas tus acciones, analizar resultados semanal o quincenalmente, hacer crecer tu base, no girar en torno a lo conocido. Desarrollar en paralelo los contactos de cercanía, la calidad es lo más importante, pero la cantidad importa”, dijo. “No te detengas en quien te ignora, seguí adelante y ante cada negativa, redobla la creatividad y esfuerzo. Cambia el chip. Deja de pedir favores, permiso y disculpas, y ofrece valor”, finalizó Gabriela Rendón.