El último capítulo de la Jornada Anual de Consensus 2020 se enfocó en el caso del sector automotor
En el último capítulo de la Jornada Anual de Consensus 2020 llegó el momento de mostrar el caso del sector automotor, que contó con la presencia de Ricardo Pignanelli, secretario General del SMATA, Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, y Raúl Amil, presidente de Ventalum SAIC. El evento estuvo coordinado por el profesor Roberto Luchi, director Centro Consensos del IAE, y Alejandro Zamprile, del IAE Business School.
A través del caso de éxito emblemático “El Acuerdo Social y Producto del Sector Automotor”, la propuesta era estimular la construcción de diálogo y consensos entre los distintos actores de la sociedad.
“La confianza en los acuerdos nace con la transparencia, van de la mano. La experiencia de Japón me sirvió un montón, me sirvió para entender a los japoneses y para entender a qué se debía su crecimiento continuo de Japón. Se debía a que tienen un 90% de transparencia, y eso hace que haya confianza en un 100%. La transparencia es cumplir más allá de los acuerdos firmados con la palabra”, indicó Ricardo Pignanelli, desde la sede de SMATA. A su izquierda estaba sentado Daniel Herrero, presidente de Toyota.
Sobre la empresa automotriz japonesa, Ricardo remarcó que Toyota “no echó un solo laburante”. “Hubo un compromiso que le dio confianza a los jerárquicos y al gremio. Esa es la base fundamental de cualquier acuerdo social”, comentó.
Luego indicó que los gobiernos deben declarar a la industria automotriz estratégica, como hacen con la minería, el petróleo y el gas. “Quiero que haya una política de estado en la industria, que sea transversal a los gobiernos de turno. No podemos seguir con que nos cambien cada 5 años las reglas de juego”, señaló Ricardo Pignanelli.
Daniel Herrero, por su parte, dijo que los conceptos de la construcción de confianza “parecen inocentes, pero arrancan desde el diálogo”. “A la gente no le gusta que la dirijan, sino que la administren. Hay que tener primero el norte claro de hacia dónde vas, ser empático y ponerse en los pies del otro, y lograr que el otro entienda cual es el objetivo final”, dijo el presidente de Toyota.
“Pero esto no fue siempre un camino de rosas. La primera dificultad fue entre la gente de planta y el sindicato. Para ello decidimos tener conversaciones en la sala de reuniones y no en la planta, para que los portazos quedaran ahí. Hoy, la ergonomía de la planta la maneja el sindicalismo y el certificado médico que decide los ausentismos son del médico de la planta. Nadie duda de la decisión que toma el otro. Este es el proceso de confianza, dejar decir ‘yo’ y decir ‘nosotros’. Así, el proyecto pasa a ser de todos”, dijo Daniel.
Además, contaron el viaje que hicieron los dos juntos, el secretario general del SMATA y el presidente de la empresa automotriz, a Japón para pedir por inversiones en el país, con el objetivo de ser exportadores, en una señal de unidad.
“La Argentina cuando dialogó le fue bien. Es una industria que para mí puede ser competitiva, tiene una cadena de valor muy importante, pero que lamentablemente hace mucho tiempo no se le da la atención debida por la capacidad que tiene para la generación de empleo y de tecnología”, dijo Daniel Herrero.
Raúl Amil, presidente de la empresa de autopartes Ventalum SAIC, dijo que la confianza es la emoción central para construir cualquier vínculo a largo plazo. “Toyota fue nuestro primer cliente automotriz. Desde el primer momento, nos dijeron que era central la confianza entre el proveedor y el cliente. Esto es algo que se construye. En este tiempo, me han demostrado que se pueda sostener la confianza en el tiempo, que no habrá acciones con una intención percibida de que se va a perjudicar al otro”, indicó.
Luego habló sobre el rol de la previsibilidad. “Al ver que hay una cadena de valor unida, esto le da previsibilidad al que quiere invertir en la industria. Es importante que los gobernadores entiendan la importancia de la cadena de valor autopartista, lo profesional que es el trabajador del sector”, dijo.
Y señaló que, a diferencia de lo que se cree, la industria no está subsidiada, sino que, “todo lo contrario, cada unidad que se vende en el mercado lleva 55% de carga impositiva, mientras que las que se exportan tienen un 15%”.
El profesor Roberto Luchi, destacó la unión que hay en el sector y dijo que gracias a ello fue posible construir acuerdos. “Es un tema básico para la construcción de acuerdos. La construcción de consensos es un trabajo muy intenso, debe haber conciencia del compromiso que requiere para que pueda trasladarse la enseñanza a otro sector”, comentó.
El profesor Alejandro Zamprile, por su parte, agregó que “la confianza se construye, no se compra”. “La buena intención es otra de las bases para esta construcción de consensos. La unión que vemos tira por tierra que se diga que es imposible que el sindicato y la empresa argentina se pongan de acuerdo”, concluyó.