Este año la contracción del PBI estará en torno al 3%; la duda es si continuará la recesión a fin de año
Por Eduardo Fracchia
La contracción del PBI de 2019 estará en torno al 3%. No difieren mucho los pronósticos, la duda es si continúa la recesión a fines de 2019 o si estamos en presencia de una senda de rebote cíclico hacia la primavera. En ese contexto, caerán en 2019 el salario real, el consumo y sobre todo la inversión y hay esperanza en las exportaciones para incentivar al crecimiento. No obstante, en la actualidad las exportaciones siguen muy estancadas creciendo poco en términos de valor. Es clave que recupere competitividad el sector exportador , estancado hace 6 años.
El contexto mundial y de Brasil son neutrales o favorables. Toda la región salvo Venezuela está creciendo. No es la década del boom de materias primas pero es todavía una década favorable.
Es un desafío sostener una tasa de crecimiento de 4% a medio plazo si no se incrementa la inversión. Se encuentra en un nivel reducido y continúa la tendencia decreciente durante la gestión de Macri en un contexto donde la inflación seguirá con su ritmo descendente, aunque la meta para 2019 es modesta. Será del 30% anual. La tasa de interés para una población poco bancarizada no genera tantos efectos contractivos relevantes como muchas veces se argumenta, pero es un factor de contracción.
El gobierno insiste en reducir el déficit fiscal primario pero como plantea siempre Arriazu, el déficit relevante es el déficit global. La reforma tributaria es un punto clave de la agenda del próximo gobierno. Por el lado de los ingresos, la idea es avanzar en la eliminación de impuestos distorsivos. En cuanto al gasto, las propuestas de reducción son poco ambiciosas, por ahora.
Es un impulso estratégico para el gobierno disminuir la litigiosidad laboral. El empleo se destruye a buen ritmo en particular en el sector de la construcción. En general los sectores esperan una vez más el “segundo semestre”. Este clima de negocios adverso es crucial para explicar los votos de Cambiemos en las próximas elecciones. No parece que vaya a implementarse una reforma laboral hacia un régimen más flexible. Por otra parte se está intentando disminuir el grado de informalidad que es muy elevado (blanqueo laboral). Una de las consecuencias es que la pobreza va creciendo y puede hacerlo con 3 puntos adicionales hacia final de mandato en torno a 36%. Sigue siendo un valor elevado.
La deuda ha crecido según lo demuestran las estadísticas. La visión del gobierno es que la deuda relevante es la neta, la que no considera intra sector público, en ese sentido se estaría en 60% del PIB, no es tan elevada pero creció mucho.
Pareciera que el ritmo, el timing y la dirección de la política económica es la correcta para salir de la distorsión mayor que es la corrida cambiaria o el riesgo de default. El gobierno se juega mucho en lo que pueda concretar en el Congreso o directamente desde el Ejecutivo en el 2019, un año de definiciones y que será más trabado por las elecciones presidenciales.