Estudió ingeniería agropecuaria para administrar el campo familiar, pero terminó fundando su propio negocio como broker de maquinaria agrícola
Federico Lisdero estudió ingeniería en producción agropecuaria y estaba destinado a trabajar en el campo familiar Estancia Santa Elena, pero cursó el MBA en el IAE, en 1999, y su carrera profesional cambió de rumbo: ahora es un broker de maquinaria agrícola, un consejero y “facilitador de negocios del agro”, como él mismo describe a su empresa Nexo Rural.
“Soy de la primera camada full time del MBA. El máster me inculcó aprender del cambio, me dio vuelta como un guante. Cuando lo terminé, empecé a trabajar en Carrefour, porque quería conocer el mercado de consumo masivo, el segmento que va del campo a la góndola. Seguía relacionado con el agro con los alimentos, pero aprendí de otras industrias y de otros sectores de trabajo, como retail, marketing y conceptos de fidelización del cliente y base de datos”, cuenta Federico.
Con la crisis económica de 2003, se quedó sin trabajo, pero no estuvo mucho tiempo desempleado, ya que se fue a la localidad 9 de julio a trabajar como gerente comercial en una fábrica de maquinaria agrícola. “En cuanto a la adaptación al cambio, tema que nos adelantaron en el Máster que sería una constante, comprobé esto cuando pasé en el lapso de un año y medio, de vivir solo en un departamento en Buenos Aires y trabajar en una multinacional, a estar casado con una hija, en un pueblo, trabajando en una pyme familiar del sector agro”, dice.
“En este trabajo conseguí conocer de lleno todo lo que es el concepto de maquinaria agrícola, los concesionarios, el mercado nacional y las exportaciones. Tenía 18 personas a cargo y avanzamos en todo lo que es la venta y lanzamiento de productos. También terminé de tomar la administración del campo familiar que está en 25 de mayo y mantuve las dos partes. La pata emprendedora arrancó después de dejar la fábrica”, anticipa.
Al mismo tiempo, lo habían convocado para ser profesor adjunto y titular de la maestría de agroalimentos de la UCA. “Todos los sábados viajaba a Buenos Aires a enseñar a gente del agro cómo hacer llegar sus productos a la góndola. Estaba entonces con tres actividades: la parte de producción en el campo, la parte comercial con la venta de maquinaria y la parte académica”, indica.
El inicio del emprendimiento
En un cibercafé de 9 de julio, Federico comenzó a establecer la base de su nuevo emprendimiento. “Comencé con la interacción de productos, probé vender de todo, artículos rurales, fertilizantes, productos veterinarios y combustibles, hasta que recalé en maquinaria, que era lo que conocía. El concepto era hacer plata con la plata de otros, porque carecía de capital. En ese momento, en 2003, había una o dos páginas de internet y un canal de TV del agro. Me armé de oferta de maquinaria con las concesionarias y a través de las páginas de internet tenía varios canales donde ofrecía productos en volumen. Ya tenía mis contactos y tenía clientes de la empresa anterior como inicio de la base de datos que hoy poseo”, comenta.
Federico es también miembro del grupo CREA, una asociación civil sin fines de lucro integrada y dirigida por empresarios agropecuarios que se reúnen en grupos para compartir experiencias y conocimientos. “En 2012, se inundó la mitad del campo familiar y, por un tema de salud mía, pisé el acelerador y cambié mi foco: la empresa agropecuaria familiar pasó a un segundo plano, ya que somos cinco hermanos, y me dediqué al negocio de la maquinaria agrícola que es 100 % mía, enfocándome en productos de calidad y servicio al cliente. Así despegó Nexo Rural definitivamente, que había fundado en 2005. Hoy en día manejamos 2500 maquinarias agrícolas usadas, con una base de 14.000 clientes”, dice.
“Se fueron desarrollando otros aspectos y líneas de negocios. No sólo soy un broker de maquinaria, también busco financiamiento de proyectos de inversión agroindustriales con un equipo de socios. Tenemos muchas herramientas para nuestros clientes. Por ejemplo, un cliente nos contó que quería desarrollar una planta de texturizado de soja y biodiesel y le conseguimos un crédito a siete años de plazo de banca internacional con aval de SGR. En otra ocasión una empresas de equipos con 10 cosechadoras necesitaban trabajo y les conseguimos 21.000 ha en 4 provincias para prestar servicios”, agrega.
Nexo Rural se encuentra asentada definitivamente en el Parque Empresarial Austral frente al IAE para estar cerca de la formación permanente, Alumni IAE y demás actividades que proporciona la escuela de negocios. “Ahora estamos analizando participar como business angel”, cuenta, sobre su idea de invertir en la fase inicial de compañías emergentes.
“En Nexo Rural, las maquinaria son nuestros productos de tráfico y luego vienen los servicios asociados. Nos definimos como facilitadores de negocios del agro, ya que nuestra base de datos de clientes así nos lo permite”, describe.
En 2016, pasó por Naves en el IAE. “Es importante el tema del dinamismo, de adaptarse al cambio, saber cómo cambiar de escenarios y pivotear. En Nexo Rural tenemos la capacidad de ver qué es lo que el otro necesita, y colaboramos para facilitar el negocio a nuestros clientes”, concluye.