Patricia Furlong, vicepresidente y gerente general de Global Commercial Payments de American Express Argentina, destaca la importancia de la diversidad en los equipos de trabajo y cuenta cómo hizo para crecer profesionalmente
Patricia Furlong (PDD 2004) supo desde chica que trabajar iba a ser una obviedad en su vida y que para eso debía estar preparada. Se educó en escuelas públicas durante la primaria y la secundaria (fue al Nacional Buenos Aires) y estudió Administración de Empresas en la UBA, donde se recibió con diploma de honor. Complementó su formación académica con clases de inglés, italiano y cursos de computación.
'“Sabía que tenía que tener autonomía económica. La mujer no puede depender de un hombre, nunca sabes qué te puede pasar”, dice la ahora vicepresidente & gerente general de Global Commercial Payments de American Express Argentina.
Nació en Bahía Blanca, pero cuando era chica su familia se mudó a Buenos Aires a raíz de un accidente automovilístico. “Mi mamá quedó viuda a los 25 años con tres chicos y salió adelante. Por eso sabía que alguna carrera profesional iba a tener, nunca sabes qué te puede pasar, mañana enviudas y hay que salir adelante”, cuenta.
Su primera experiencia profesional fue una pasantía part time en el Ministerio de Economía, mientras estudiaba la carrera de Administración. Una vez recibida, ingresó en Ford como pasante full time, rotando por distintas áreas. “Pasé por Recursos Humanos, Finanzas y por Auditoría y Control Interno. Trabajando en este área, con foco en mejoras de eficiencia me interesó el tema y pensé que resultaría todavía más interesante hacerlo desde la consultoría. Así es como llegué a Paradigma, una consultora especializada en management, desde donde me relacioné con muchas empresas, proyectos e industrias. Fue una experiencia súper interesante. La formación en consultoría te da una visión muy integral de los proyectos y los negocios, y no te especializa en una línea de negocio en particular, lo que me sirvió muchísimo en todas las empresas en las que trabajé”, señala.
Patricia tuvo un breve paso de seis meses por OCA y de tres años como directora regional de BPO en EDS Group, una empresa de servicios y tecnologías de la información, hasta que la contrataron como gerente general de Arvato, una empresa de logística con servicios de call center y help desk, que daba servicios a clientes en el exterior en varios idiomas. “Me embarazo y salgo de licencia en septiembre de 2011, nace Pedro, y cuando tenía que volver a la empresa, habían cambiado las condiciones del país y ya no era conveniente operar servicios desde la Argentina a Europa, habían otros mercados más económicos”, explica sobre su decisión de tomar el retiro de Arvato. No pasaron muchos meses y surgió una propuesta desde American Express, como vicepresidente y gerente general de Corporate Argentina: “American Express trabaja mucho los temas de diversidad en sus equipos de liderazgo. Había una línea directiva que ya tenía dos hombres trabajando en el mercado de México y quería tener una mujer en la posición para generar la diversidad que necesitaba en el grupo”, comenta.
Trabajar en generar diversidad
“Las compañías tienen que empujar activamente el concepto de diversidad. Es importante que haya líderes conscientes de que la diversidad hay que trabajarla, no viene dada. Apostaron por mí, que en ese momento tenía un hijo de ocho meses. En la primera semana de trabajo me mandaron a México y por suerte mi marido me cubrió con Pedro. Él también tiene su carrera corporativa, y ambos nos hemos complementado mucho. Es la única manera que funcione, apoyándonos para poder trabajar y crecer”, cuenta.
Para complementar su carrera profesional, luego de recibirse de la carrera de grado, cursó otros estudios para mantenerse actualizada en cuestiones académicas. Realizó el MBA en la Universidad del CEMA, el PDD en el IAE, y el programa MIND en la Universidad de San Andrés.
“Cuando hice el Management Development Program (PDD) en el IAE, era la más joven del curso, así que creo que me llevé mucho más de lo que dejé. Aprendí mucho de todos mis compañeros, éramos 70 y un curso super amplio y muy diverso en todo sentido. Me ayudó mucho en temas de sensibilidad en el manejo de recursos humanos”, indica. Luego, agrega: “Es super importante mantener el esquema de actualización en el tiempo, volver a la escuela a formarse. Nosotros contratamos servicios del IAE para la compañía. Tengo 100 personas a cargo, y con todo el grupo seguimos haciendo capacitaciones en el IAE”.
Finalmente, se refiere al rol de las mujeres y a la falta de diversidad. “Cuando arranqué mi carrera, la falta de diversidad si bien era algo cotidiano no lo tenía como una cuestión muy cercana, ya que en posiciones técnicas o iniciales, pesa mucho más el tema performance. Luego, para crecer en una empresa, la variable más importante es la política, el networking y el relacionamiento interno. Ahí empecé a entender por qué hay pocas mujeres en puestos de decisión. La Argentina tiene ratios muy malos y se necesitan políticas activas para mejorarlos. Soy Sponsor de WIN, la red de mujeres de American Express, donde intentamos traer ideas de buenas prácticas. En la empresa, a nivel global, hacemos mucho foco en trabajar temas de diversidad de todas la minorías, incluyendo, por ejemplo, a los grupos hispanos y asiáticos y también a la comunidad LGBT+”, concluye.
Patricia Furlong (PDD 2004) supo desde chica que trabajar iba a ser una obviedad en su vida y que para eso debía estar preparada. Se educó en escuelas públicas durante la primaria y la secundaria (fue al Nacional Buenos Aires) y estudió Administración de Empresas en la UBA, donde se recibió con diploma de honor. Complementó su formación académica con clases de inglés, italiano y cursos de computación. “Sabía que tenía que tener autonomía económica. La mujer no puede depender de un hombre, nunca sabes qué te puede pasar”, dice la ahora vicepresidente & gerente general de Global Commercial Payments de American Express Argentina.
Nació en Bahía Blanca, pero cuando era chica su familia se mudó a Buenos Aires a raíz de un accidente automovilístico. “Mi mamá quedó viuda a los 25 años con tres chicos y salió adelante. Por eso sabía que alguna carrera profesional iba a tener, nunca sabes qué te puede pasar, mañana enviudas y hay que salir adelante”, cuenta.
Su primera experiencia profesional fue una pasantía part time en el Ministerio de Economía, mientras estudiaba la carrera de Administración. Una vez recibida, ingresó en Ford como pasante full time, rotando por distintas áreas. “Pasé por Recursos Humanos, Finanzas y por Auditoría y Control Interno. Trabajando en este área, con foco en mejoras de eficiencia me interesó el tema y pensé que resultaría todavía más interesante hacerlo desde la consultoría. Así es como llegué a Paradigma, una consultora especializada en management, desde donde me relacioné con muchas empresas, proyectos e industrias. Fue una experiencia súper interesante. La formación en consultoría te da una visión muy integral de los proyectos y los negocios, y no te especializa en una línea de negocio en particular, lo que me sirvió muchísimo en todas las empresas en las que trabajé”, señala.
Patricia tuvo un breve paso de seis meses por OCA y de tres años como directora regional de BPO en EDS Group, una empresa de servicios y tecnologías de la información, hasta que la contrataron como gerente general de Arvato, una empresa de logística con servicios de call center y help desk, que daba servicios a clientes en el exterior en varios idiomas. “Me embarazo y salgo de licencia en septiembre de 2011, nace Pedro, y cuando tenía que volver a la empresa, habían cambiado las condiciones del país y ya no era conveniente operar servicios desde la Argentina a Europa, habían otros mercados más económicos”, explica sobre su decisión de tomar el retiro de Arvato. No pasaron muchos meses y surgió una propuesta desde American Express, como vicepresidente y gerente general de Corporate Argentina: “American Express trabaja mucho los temas de diversidad en sus equipos de liderazgo. Había una línea directiva que ya tenía dos hombres trabajando en el mercado de México y quería tener una mujer en la posición para generar la diversidad que necesitaba en el grupo”, comenta.
Trabajar en generar diversidad
“Las compañías tienen que empujar activamente el concepto de diversidad. Es importante que haya líderes conscientes de que la diversidad hay que trabajarla, no viene dada. Apostaron por mí, que en ese momento tenía un hijo de ocho meses. En la primera semana de trabajo me mandaron a México y por suerte mi marido me cubrió con Pedro. Él también tiene su carrera corporativa, y ambos nos hemos complementado mucho. Es la única manera que funcione, apoyándonos para poder trabajar y crecer”, cuenta.
Para complementar su carrera profesional, luego de recibirse de la carrera de grado, cursó otros estudios para mantenerse actualizada en cuestiones académicas. Realizó el MBA en la Universidad del CEMA, el PDD en el IAE, y el programa MIND en la Universidad de San Andrés.
“Cuando hice el Management Development Program (PDD) en el IAE, era la más joven del curso, así que creo que me llevé mucho más de lo que dejé. Aprendí mucho de todos mis compañeros, éramos 70 y un curso super amplio y muy diverso en todo sentido. Me ayudó mucho en temas de sensibilidad en el manejo de recursos humanos”, indica. Luego, agrega: “Es super importante mantener el esquema de actualización en el tiempo, volver a la escuela a formarse. Nosotros contratamos servicios del IAE para la compañía. Tengo 100 personas a cargo, y con todo el grupo seguimos haciendo capacitaciones en el IAE”.
Finalmente, se refiere al rol de las mujeres y a la falta de diversidad. “Cuando arranqué mi carrera, la falta de diversidad si bien era algo cotidiano no lo tenía como una cuestión muy cercana, ya que en posiciones técnicas o iniciales, pesa mucho más el tema performance. Luego, para crecer en una empresa, la variable más importante es la política, el networking y el relacionamiento interno. Ahí empecé a entender por qué hay pocas mujeres en puestos de decisión. La Argentina tiene ratios muy malos y se necesitan políticas activas para mejorarlos. Soy Sponsor de WIN, la red de mujeres de American Express, donde intentamos traer ideas de buenas prácticas. En la empresa, a nivel global, hacemos mucho foco en trabajar temas de diversidad de todas la minorías, incluyendo, por ejemplo, a los grupos hispanos y asiáticos y también a la comunidad LGBT+”, concluye.