Miguel Blanco, PAD 1987, es director general de Swiss Medical

-¿Cómo respondió el sector privado de la salud a la pandemia?

-En mi opinión, que estoy seguro que es compartida por todo el sector, toda la medicina privada estuvo al nivel de las circunstancias y afrontó muy bien el desafío de la pandemia con un enorme esfuerzo económico y humano. Los médicos, enfermeras y camilleros estuvieron al pie del cañón desde el primer día a pesar de los temores al contagio e improvisando tratamientos ante el desconocimiento de las características de la enfermedad. Las instituciones adaptaron instalaciones para incorporar camas de terapia intensiva y multiplicar las camas de piso para internar a pacientes que, además tenían una estadía muy superior a la media, y buscaron insumos por todo el mundo, que eran escasos y caros. Las guardias la pasaron muy mal trabajando a destajo con millones de consultas. Se implementó la telemedicina y la atención médica en tiempo récord para atender las consultas. En algún momento, cuando esto pase, alguien debería escribir esta historia porque la gente se acuerda del sistema de salud solo cuando se enferma y, por eso, la solución de los problemas del sistema es de muy baja prioridad para la política.

-¿En qué situación está ahora, luego de las complicaciones para aumentar las tarifas?

-Los sistemas de salud en el mundo están en crisis y Argentina no es la excepción. El aumento de las expectativas de vida, que está ligado a nuevas drogas y tratamientos de alto costo, hace una combinación que es cada vez más difícil de financiar. En Argentina esto se ve agravado por la fragmentación de los sistemas, el fraude y la falta de una rectoría unificada por parte del Ministerio de Salud. También preocupa la ausencia de una Agencia de Evaluación de Tecnologías que define qué se debe cubrir y cuándo, y un Plan Médico Obligatorio, al que legisladores demagógicamente le fueron agregando prestaciones sin la financiación para su cobertura, convirtiéndolo en el más amplio del mundo en un país quebrado. Todo el sistema, no solo el sector privado, requiere de cambios profundos para hacerlo sustentable. De no ser así todo el sistema va a tener problemas muy serios en el corto plazo. Esto ya ocurrió y no muy lejos. Basta ver el ejemplo de Brasil.

-¿Cómo creció la cantidad de afiliados en comparación con los últimos años?

-No hay cifras actualizadas de todo el sistema privado por lo tanto puedo hablar solamente de Swiss Medical Medicina Prepaga. Hasta 2019 venía creciendo a un ritmo del 3 % anual, propio de un sistema maduro que crecía con el crecimiento vegetativo de sus afiliados en un país que no crece desde hace décadas. En 2020 y lo que va de 2021 hemos bajado al 1,5% anual debido a una caída de afiliados en el segmento corporativo, producto de empresas que han cesado sus operaciones u otras que disminuyen su plantel congelando incorporaciones y no reponiendo las bajas, y que no fue compensando por el aumento de clientes directos individuales.