Matías Rivero, el empresario que quiere revolucionar Santa Fe
El alumni volvió a su provincia natal después de diez años en Accenture y ahora se prepara para lanzar un polo tecnológico que podría generar miles de empleos
Con 39 años, una licenciatura en Administración de Empresas y un executive MBA del IAE, el santafecino Matías Rivero cree que podrá terminar con una de las mayores tradiciones del interior del país: nada menos que la siesta. Por lo menos, la siesta de la provincia que lo vio nacer.
“Santa Fe tiene una matriz laboral de aproximadamente 90.000 personas, divididas en 65.000 empleos privados registrados y 25.000 empleos públicos. La proporción pública es altísima, por lo cual la ciudad se dice que es de empleados públicos y el formato del empleo público alienta la siesta. El empleo privado también es arrastrado a este formato ya que al igual que el público deja de trabajar a la hora de la siesta y vuelve al trabajo a la tarde. No así el público. Yo considero que la siesta es improductiva, si vamos a dormir mientras otros producen, vamos a estar cada vez más lejos”, explica el alumni.
Para modificar esta situación, el alumni está apostando a un proyecto innovador: Initial Station, un polo tecnológico con el que en diez años años quiere generar 5 mil puestos de trabajo, dentro del espacio de la Estación Belgrano, en Santa Fe.
Además, según Rivero, su proyecto generaría en la economía laboral de Santa Fe 25.000 empleos privados -desde trasporte, pasando por limpieza y seguridad hasta educación-, y esos 30.000 empleos se sumarían a los 90.000 actuales, llegando a los 120.000 empleos donde lo público representaría aproximadamente un 20% y no un 30% como hoy.
“Así eliminaremos la siesta, ya que la ciudad tendrá otro movimiento, también de turismo, con otros clientes, empresarios e inversores haciéndose presente en la ciudad de Santa Fe, también haciendo crecer la capacidad hotelera y la oferta gastronómica”, redobla.
Rivero volvió a Santa Fe tras 10 años de vivir en Buenos Aires, en los que aprovechó al máximo sus conocimientos universitarios para volcarlos en el plano laboral. Dice que se fue de Santa Fe por una cuestión laboral: “Para la carrera de Administración había poca salida”, cuenta. En 2005 partió para Capital Federal a trabajar en la consultora Accenture, donde estuvo esa década. Allí se desempeñó como gerente de varios clientes y proyectos. “Techint, Unilever, Honda, Volkswagen, ABInvev (Cervecería y Maltería Quilmes), MetrosGas y Edenor. Me tocó vivir en algunos países, como Venezuela y Estados Unidos por un año en cada uno”, relata.
El empresario Matías Rivero y el equipo de Initial Station
Pero la vuelta a Santa Fe siempre estuvo latente. La calidad de vida, la familia y los amigos pesaban. Sabía que quería volver, pero dice que no sabía cómo volverse, ni lo que haría después. Finalmente, fue la situación menos pensada la que acabó por reencontrarlo con sus orígenes. “El 6 de octubre de 2012 tuve un accidente automovilístico yendo de Buenos Aires para Santa Fe, en la autopista. Una lluvia torrencial hizo que haga aquaplaning y el desenlace fue el fallecimiento de mi esposa Lorena. A su vez, yo tardé un año entero en volver a caminar, ya que me había quebrado las piernas”, cuenta el alumni. Ese año hizo la rehabilitación en Santa Fe y se volvió a Buenos Aires con la determinación de cerrar una etapa. “Asi que volví, participé de dos proyectos más en Accenture por 9 meses y en junio de 2014 emprendí la vuelta definitiva".
Proyectos y más proyectos
Cuando aún trabajaba en Accenture, en enero de 2014 lanzó Pixel’s Hive (www.pixelshive.com). Fue por una propuesta que le había hecho un amigo de California, Ethan, quien hoy es su socio en varios proyectos. “Se trataba de una oportunidad para exportar Diseño Gráfico para una empresa muy grande de Estados Unidos llamada Teespring”, dice Rivero, quien se desempeña como CEO tanto de Pixel’s como de Endeev, otra empresa que también creó.
Pixel’s Hive exporta diseño gráfico con un modelo freelance, teniendo diseñadores distribuidos por varias ciudades y el management en la oficina. Con los años, Pixel’s fue creciendo y ahora se encuentra en una fase de expansión a nivel mundial a través de un partnership con una empresa aún más grande que la que le dio origen. Ello, porque pasaron de un modelo B2B a uno B2C. La empresa exporta servicios de pre-imprenta a todo tipo de imprentas de ropas y merchandising en Estados Unidos. Hoy tienen alrededor de 20 empleados pero por su crecimiento estiman llegar en el próximo año y medio a 100 personas.
Rivero tiene tantas ideas como proyectos. En junio de 2016, como respuesta a una oportunidad de desarrollar un proyecto de software, en lugar de subcontratar otra empresa decidió crearla. Su nombre es Endeev (www.endeev.com). “Ya teníamos el primer cliente que era mi socio de California y luego fuimos diversificando la empresa a varios proyectos. Hoy, la empresa tiene un año y medio y ya se acerca a los 20 empleados”, cuenta. En Endeev, aparte de desarrollar software, tienen un modelo similar a una incubadora: desarrollan proyectos internos con socios estratégicos que aportan el know-how de cada negocio y los contactos. “Y nosotros aportamos el software, la consultoría y la estrategia de Marketing”, agrega.
Como respuesta a su pasión por la cocina, en diciembre de 2016 creó un proyecto gastronómico llamado Cocina en Altura (www.cocinaenaltura.com), donde cocinan todo tipo de carnes a dos metros de altura para eventos.
Initial Station
La idea de Initial Station comenzó una de las tantas veces que su socio de California viajó a Santa Fe. “Él es un apasionado de los emprendimientos inmobiliarios y cada vez que pasábamos por los terrenos y galpones de la Estación de Ferrocarril General Belgrano y los veíamos deshabitados y abandonados decíamos: ¡Qué desperdicio! ¡Hay que conseguir esos terrenos y hacer nuestras oficinas acá!”. Pero el terreno era demasiado grande como para pensar en oficinas solo para ellos; así surgió la idea de hacer un polo tecnológico.
Initial Station, un polo tecnológico con el que, según Rivero, se podrían crear cinco mil empleos en 10 años
“En ese momento, unos tres años atrás, era algo demasiado idílico o utópico, ya que tampoco estaban dadas las condiciones políticas, pero con el tiempo, me puse a trabajar sobre el proyecto, inclusive antes de fundar Endeev. Empecé a hacer los primeros bocetos, donde lo que hacía era dibujar un ecosistema, no me preocupaba la parte arquitectónica en ese momento. Así que en ese papel, que todavía conservo, empecé a poner los actores claves, Estado, privados, inversores, incubadoras, empresas TIC, universidades, y empecé a profundizar uno por uno”, cuenta Rivero.
Un año atrás, cuando estaba con un potencial inversor en San Francisco, el alumni le contó que estaba trabajando sobre este proyecto y, al ver interés, cuando volvió a Santa Fe armó un equipo interdisciplinario con gente de su empresa, amigos y ocho arquitectos y se pusieron a trabajar ad-honorem sobre el proyecto. Hasta ese momento, Initial Station era de una manera, pero todo cambió.
Así luciría Initial Station, un polo tecnológico que Rivero quiere armar en Santa Fe
Fue durante un viaje que hizo junto al IAE a Israel en octubre de 2017 cuando Rivero se dio cuenta del potencial de su proyecto. “Ahí se me rompió la cabeza, visitamos empresas, universidades y hasta polos tecnológicos. Cuando conocí el Polo Tecnológico de Be’er Sheva, pensé que ese era el modelo a seguir. Era una ciudad chica, con dos universidades de software (igual que Santa Fe), pero la ciudad era menos de la mitad de Santa Fe y el polo ese es de 10.000 personas. Así que ahí cambié la idea de 3.000 personas de la versión 1 a las 5.000 de la versión 2. Be’er Sheva tiene 250.000 habitantes y Santa Fe 600.000, así que dije ¿porqué no? Mientras estaba ahí, saqué el contacto del CEO del Polo, lo llamé luego y me contactó con uno de los inversores. Este hizo que finalmente replanteemos los espacios del proyecto y luego de todo eso vino la versión 2 que es lo que se ve actualmente en la página www.initialstation.com”, cuenta un alumni apasionado y emprendedor.
Pero que Initial Station se ponga en marcha depende en gran parte del apoyo político que consiga. Los terrenos, por empezar, pertenecen al Estado. “Sin apoyo es imposible pensarlo. Suponiendo que los terrenos se compran todavía falta que el Estado tome consciencia del tamaño de la oportunidad y lo apoye con políticas activas, ya que vivimos en la revolución tecnológica pero las reglas de juego y las leyes provienen aún de la revolución industrial, hay mucho por hacer.”
Innovador, Rivero dice que si bien en la actualidad se habla mucho de la PPP (Participación Público Privada), él está empezando a hablar de las siglas PPPE (Participación Público Privada y Educativa) porque para que este proyecto funcione a 10 años, como lo están planteando, deben trabajar en conjunto con las tres universidades que tiene Santa Fe para generar el capital humano que alimente el proyecto y viceversa. “Capital humano que tendrá mayores oportunidades que hoy, al desarrollarse un ecosistema real de emprendedurismo”, dice.
Desde 2014 la vida tiene otro sabor para Matías Rivero. Hay mayor calidad de vida, más asados con amigos y tardes en lancha por el río. “A Buenos Aires sigo yendo, pero ahora a visitar a los amigos que quedaron allá, a algunas reuniones de trabajo, y sobre todo a disfrutar de la oferta gastronómica que me parece una de las mejores del mundo”, concluye.