Guillermo Bracciaforte (EMBA 2009) es cofundador y Director de Operaciones de Workana, la mayor plataforma de trabajo freelance de Hispanoamérica, Brasil y España
Su primer trabajo después de la universidad era de 8:30 a 17:30, todos los días. “Me sentaba en la computadora, iba a reuniones, volvía a la computadora. Por momentos, el trabajo se sentía estructurado, casi asfixiante. Pensé mucho sobre el significado de ‘ir al trabajo’”, contó Guillermo Bracciaforte en una charla TEDxCórdoba a fines del 2019.
No se imaginaba en ese entonces que esa frustración que sentía se iba a convertir en la empresa que cofundó, Workana, la mayor plataforma de trabajo freelance de Hispanoamérica, Brasil y España.
Workana hoy reúne a 2.5 millones de freelancers y se publican 30 mil proyectos todos los meses. Se estima que para 2035 habrá en el mundo mil millones de nómadas digitales; trabajadores sin locación.
“(Esta transformación) no es resultado solo de un capricho de los millennials o del avance tecnológico. Viene a responder preguntas más profundas de nosotros: ¿qué es el trabajo? ¿Cuándo saca lo mejor de nosotros? ¿En dónde? ¿Cómo queremos vivir?”, señaló Guillermo.
Está convencido de que el trabajo dejó de ser un lugar donde vamos, para ser algo que hacemos. “Es casi irrelevante dónde se encuentra una persona, si hace un trabajo excelente”, sostuvo.
Guillermo, el constructor
El rol actual de Bracciaforte en Workana es el de Director de Operaciones. “Busco lugares nuevos donde la empresa pueda construir o armar algo”, definió. Ya desde su infancia en Córdoba, Argentina, le encantaba jugar a crear cosas con piezas y bloques sueltos.
Cursó Administración de Empresas en la Universidad Católica de Córdoba, “un poco por descarte”: “Quería estudiar algo que me permitiera cambiar de rubro, sin especializarme tanto y con posibilidad de hacer negocios. Fue una buena decisión; me permitió entender los negocios desde un punto de vista estratégico”.
Le tocó vivir la primera revolución de Internet; experimentar –¿y sufrir?– las primeras conexiones a la web global. Después de la facultad, Google fue su segunda escuela. Fue uno de los dos primeros empleados que contrató la compañía en el país en 2006.
A lo largo de 5 años de trabajo allí, aprendió mucho de tecnología, sí, pero también de cómo brindar un buen soporte al cliente, que sea escalable; cómo contratar y cuidar a los empleados; cómo buscar valores al entrevistar; cómo premiar a quienes transmiten esos valores. “De lo mejor que descubrí fue el trato con las personas y cómo crear relaciones”, afirmó.
Con Google estuvo 3 años en Buenos Aires y otros 2 en Brasil, experiencia que lo ayudaría en el futuro al hacer negocios para Latinoamérica.
Una idea que nació con un video de cumpleaños
“Tomás O'Farrell había sido mi cliente en Google con su startup. Me dijo que estaba pensando en hacer algo nuevo y quería que me sumara. Había contratado a alguien que venía de una plataforma laboral parecida a Workana”, relató Guillermo.
Se terminaba el 2011 y O'Farrell encargó un video de cumpleaños para su hijo. “Cuando me lo mandó, me dijo que era genial. No hablaba del video en sí, sino de que había contratado a alguien en Filipinas para hacerlo. Nos dimos cuenta en ese momento que dónde estaba la persona ya no era relevante, sino que hiciera un buen trabajo”.
Tras este momento Eureka, los socios empezaron a darle forma al proyecto, convencidos de que el concepto de empleo remoto iba a ser cada vez más importante y que faltaba en Latinoamérica una plataforma para impulsarlo. Se embarcarían luego Fernando Fornales y Mariano Iglesias, los otros dos socios fundadores.
El 30 de mayo de 2012, después de tan solo un mes y medio de programación, se lanzó Workana. La empresa crece sin freno desde entonces. “Queremos influenciar y transformar el mundo del trabajo, darle oportunidades a todos sin importar dónde se encuentren. Queremos que Workana sea parte de este cambio”, declaró Bracciaforte.
Superado el primer desafío de cualquier empresa recién nacida –sobrevivir–, el Alumni contó que en este momento se enfocan en terminar de establecer el negocio en el mercado, hacerlo rentable, seguir creciendo a un ritmo acelerado, ordenar los procesos y hacerlo más escalable.
Están trabajando con grandes compañías como Unilever, AmBev y Sirena en un modelo nuevo de servicio y encarando un gran desafío: la expansión en el Sudeste Asiático. Desde hace un año que tienen un pie firme en Malasia, Singapur y Hong Kong. “Siempre se pueden mejorar cosas, pero ver que hacemos algo distinto, que aporta valor y que le da trabajo a la gente, nos motiva a seguir adelante”, afirmó.
Con el IAE sigue en contacto sobre todo a través de Silvia Torres Carbonell y Fernando Zerboni, quienes lo han invitado a participar de sus clases. Con sus compañeros del EMBA viernes 2008-2009 también mantiene lazos estrechos: “Somos la mejor camada del mundo”, avisó. “Nos ayudamos mucho entre nosotros, nos vemos como mínimo una vez al año y nos impulsamos a participar de los eventos de Alumni”, resaltó.
Agregó que el IAE le brinda una red de contactos importante, sobre todo ahora que Workana busca crecer en grandes empresas: “Me da una visión de qué necesitan y cómo podemos ayudarlas”.