Summit 2020: la banca ética

Publicado Friday 27 de November de 2020

La banca ética también fue protagonista en el Summit 2020 del IAE, de la cual Joan Melé, formador en valores y promotor de la banca ética, contó su experiencia, moderado por Nicolás Parrondo, director en Cohen S.A. Sociedad de Bolsa.


“Cuando hablamos de los problemas del mundo, me gusta ir al fondo de la cuestión, que creo que no siempre vamos, no sé si es por desconocimiento o por temor. La primera vez que llegué a Buenos Aires, me advirtieron que en la Argentina había mucha corrupción. Es la misma frase que me dijeron cuando fui a todos los países en el mundo. La corrupción no es privativa de políticos o de empresarios, es un virus que ha empapado a la sociedad”, comentó Joan Melé.


“Viajo muy a menudo a la Argentina y me sorprende cómo se acepta la corrupción, dan por hecho que no se cambiará. Esta aceptación de la corrupción es inocular dentro de la sociedad. A raíz de esto sale la pregunta de cómo educamos a los niños y niñas para que sean responsables. La sociedad es un reflejo de cómo se los educó. A mí me educaron con unos valores que tenía que estudiar y prepararme para ser un hombre útil a los demás. Hoy se escucha que lo importante es encontrar un trabajo en el cual se gane dinero. Tenemos una sociedad que ha despreciado la dignidad humana, nos enseñaron a luchar, a competir, y a adaptarnos”, siguió.

“Creo que los gobiernos no deben interferir en la educación, al igual que no deben decir cómo operar un corazón o cómo construir un puente. Ellos deben garantizar que todos los niños y niñas tengan una buena educación, tengan o no dinero. Pero cada gobierno quiere transmitir su ideología en la educación, y no debe ser así”, indicó Joan Melé.


Y luego contó su experiencia personal. “Dejé la banca tradicional luego de estar 30 años trabajando en un banco muy importante. Desde el primer día nos enseñaron que estábamos ahí para asesorar a la gente. Aunque mi horario de trabajo era de 8 de la mañana a 3 de la tarde, íbamos a trabajar más tiempo sin cobrar dinero extra, porque íbamos a ayudar a los demás”, dijo.


“A partir de 1989, luego de la caída del muro de Berlín, empezamos con la globalización de la economía, pero no de la conciencia del uso del dinero. No nos hacemos ciertas preguntas: ¿en qué condiciones humanas y medioambientales fue realizado cierto producto?”, reflexionó.


“Hoy el problema es que la gente compra inconscientemente y compulsivamente. Es tan grande el vacío interior, que se ha convertido en la supervivencia: una sociedad que se basa en lo material y compramos todo el tiempo. Esto se fomenta desde los gobiernos y desde los bancos. Tenemos que salir de este consumo irresponsable que genera pobreza en todo mundo”, aconsejó.


“En este sentido, la palabra banquero pasó de ser una de prestigio a un insulto, porque en los últimos años quebraron todas las casas y las personas perdieron sus ahorros. La Argentina lo sabe bien. ¿Por qué lo seguimos permitiendo? Más del 99% del dinero que circula en el mundo financiero es especulación, no se produce nada detrás”, dijo.


“De la pobreza no se sale solo con las políticas públicas, sino de encontrar una financiación adecuada para los proyectos de inclusión. Pero muchos bancos, a diferencia, financian burbujas, que cuando revientan, se los rescata con dineros públicos. ¿Qué más nos tienen que hacer para que digamos basta?”, repitió.

“Triodos Bank nació en 1971, en Holanda, con criterios éticos a la hora de financiar proyectos: no se puede financiar a cualquier empresa, aunque de mucha rentabilidad, si discrimina a la mujer o tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Tiene que haber transparencia para eso”, contó.


“Los bancos gestionan nuestro dinero, por eso los clientes tenemos el derecho de saber qué se hace con nuestros ahorros cuando no lo uso. La transparencia es la base de la banca ética: contar hasta el último céntimo lo que se está haciendo y no financiar a empresas que no sean responsables. Tuve la suerte de ser parte del grupo pionero que desarrolló esto en España. Fue un éxito espectacular. Había gente que cancelaba sus cuentas en otros bancos, a pesar de que la rentabilidad era espectacular, y lo traían a la banca ética. La ética empezó a cotizar en el mercado por encima de las tasas de interés”, dijo.


“El hombre no siempre es egoísta. No podemos seguir enseñando sobre maximizar la rentabilidad. Este proyecto tuvo tanto éxito que nos llamaron de la Argentina y Chile para dar conferencias y ahora vamos a comenzar con el proyecto. En Chile ya está avanzado; en la Argentina y Uruguay pensamos lanzarlo en julio del año próximo. También se están formando equipos en Brasil, Colombia y México. Es algo muy novedoso y espero que sirva de ejemplo”, concluyó.